lunes, 28 de abril de 2014

16.- Algo sí sabemos sobre los partidos

       Sabemos que la derecha nunca asumirá las exigencias de los "indignados". Sabemos que , antes o después, los criminalizará y los equiparará a alguna organización terrorista. Es la táctica habitual. Así justificará la violencia del Estado contra quienes se rebelan. Escuchar la voz de la calle sería negar su propia naturaleza. Lo que se puede esperar de ella es que esfuerce en destruir cualquier avance del movimiento en la consideración social. Tiene tres instrumentos de los que acostumbra a hacer uso cuando la empresa lo merece: La manipulación de la realidad mediante los medios afines o la descarada colonización de los medios públicos, el diseño de las leyes – más bien decretos-ley que no precisan trámite parlamentario- a la medida de sus intereses  y la contundencia en la aplicación de las medidas de represión que la ley les permita.
            En realidad es una postura coherente. La derecha política aboga por conceder las funciones de gobierno al capital. El estado se reserva la defensa del orden, “el monopolio de la violencia” en palabras de Weber. Ha sido siempre así. Por supuesto que el orden al que se hace referencia es el orden establecido por los intereses económicos.
            Y esa conjunción de intereses cruzados es la que nos ha arrastrado a la situación actual.
            Los de abajo – por emplear las palabras de las pancartas de Sol- reclaman un estado legitimado por la defensa de la igualdad ante la ley y que se empeñe en defender los derechos fundamentales establecidos en la Constitución, como la educación, la salud, el trabajo, la vivienda… y tantos otros. Ese estado es imposible sin recursos, que consigue mediante los impuestos. Y el sistema impositivo, para ser justo en sus procedimientos recaudatorios, ha de basarse en la progresividad. Dicho en palabras llanas, “quien más tiene, más paga”. Es una forma razonable de equilibrar desigualdades sociales mediante el acceso a servicios públicos de calidad para toda la ciudadanía, independientemente de su grado de riqueza.
            Los de arriba ven esta situación injusta. Sea cual sea la procedencia de su riqueza o los procedimientos que hayan empleado para conseguirla, la consideran un logro personal, producto de su trabajo, de su inteligencia, de su buena fortuna, o del esfuerzo de de sus antepasados. Es su propiedad privada; tienen derecho a defenderla y a acrecentarla. Ese objetivo se antepone a cualquier consideración moral o de justicia social. Conscientes de que un estado fuerte o excesivamente controlado por los representantes de los de “abajo” tendrá la tentación de actuar contra sus intereses, estarán siempre actuando para que eso no suceda. El instrumento de poder de un estado independiente, sus recursos, procede de los impuestos. Pues ya está. Establezcamos un pensamiento dominante que justifique nuestra posición. Y el pensamiento dominante es “el capital genera la riqueza de las naciones, provee de puestos de trabajos, mejora nuestro acceso a bienes y servicios; no se le puede importunar con exigencias, como que ayude a equilibrar desigualdades con el pago de impuestos; las cargas, para el resto de ciudadanos”.
            ¿Parece exagerado?
             Durante un breve periodo de tiempo hice un seguimiento de la prensa en el sentido de las palabras que anteceden. Oigamos  y saquemos las conclusiones pertinentes.
            La crisis y la conciencia de que por ahora dominan la partida les permite manifestarse con total impunidad. Todas las medidas van encaminadas a los recortes en salarios, derechos, prestaciones sociales…. ¿Alguien ha oído mencionar recortes en los beneficios de la banca, de las multinacionales, de las grandes corporaciones económicas…?   ¿Alguien ha oído hablar de controlar el fraude fiscal de este país – casi 50.000 millones de € según estimaciones solventes- o la economía sumergida estimada en casi un tercio, -sobre 300.000 millones de €, del producto interior bruto de España?
            ¿Habéis oído hablar, al menos, de que esta crisis haya afectado en sus propios bienes a los que la han causado…?  ¡Claro que no!   Inside Job, documental que está en You Tube al alcance de la mano, y que se elaboró en la prehistoria de esta crisis, es buena muestra para quien dude todavía.
            Todos los recortes van en la misma dirección. El capital y la derecha sociológica o ideológica tienen muy claros sus objetivos: vayamos a la prensa analizad de qué medidas, tomadas por los diferentes gobiernos, se hacen eco los diarios. Ha pasado tiempo desde entonces, pero no negaremos que teníamos evidencias suficientes.
            Por ejemplo. El país, 11 de agosto de 2011.
    · Berlusconi impone un duro ajuste sin pactar con los agentes sociales: retrasar la edad de jubilación, privatización de empresas públicas, gravamen sobre las viviendas (IBI), pero amenaza con dimitir si se aprueba un aumento del impuesto sobre el patrimonio. No tocadme a los ricos, viene a decir con autoritaria claridad. Porque…¿quién dispone de patrimonio que pueda gravarse con impuestos? ¿Los camareros de las pizzerías? ¿Los trabajadores de la FIAT? ¿Los dependientes de las tiendas de souvenirs en el Centro de Roma? 
     ·   Cuando la gravedad de la situación financiera de Italia y las  más que duras exigencias de sus socios de la Europa económica lo han obligado a rectificar -Prensa,13 de agosto-, y ha tenido que establecer un aumento impositivo a las rentas superiores a los 120.000 € (¡10.000 € mensuales!) , il cavaliere afirma que “su corazón llora lágrimas de sangre”.
    · A raíz de esta medida, el candidato del P.P. en una de sus escasas comparecencias de verano – deja que los medios afines le hagan la labor y no se compromete sobre sus planes para sacarnos del atolladero, porque si contara la verdad probablemente perdería votos- afirma taxativamente que no entra en sus planes aumentar impuestos a las rentas más altas, que hay que ahorrar en los servicios que prestan Comunidades y Ayuntamientos. ¡Menos estado! ¡Esa es la panacea de la derecha!
      ·  La señora de Cospedal (El País, 30-08-2011) considera que hablar de subidas de impuestos a los ricos es pura demagogia. No pagar la deuda farmacéutica en su comunidad y poner en riesgo la prestación sanitaria que garantiza la Constitución es, sin embargo, una cuestión menor, mientras sube los sueldos de sus cargos de confianza. ¿Aún ganará en las próximas elecciones generales la derecha en este país…? ¿Hemos perdido la razón…?
       ·    CIU reducirá en Cataluña un 11% de subvención a las guarderías. En principio la propuesta alcanzaba al 27%, pero hay elecciones generales en  el horizonte. Luego, ya se aplicará. ¿Sobre quién recaerá la diferencia? Sobre el sueldo de los padres trabajadores con descendencia en edad infantil. Es decir, es otro recorte sobre el salario del trabajador.
      ·      CIU endurece las condiciones para percibir el salario social a los que no tienen otro recurso de subsistencia y limita drásticamente el tiempo que podrá percibirse. ¿Y luego…? ¿Pañuelos en los semáforos, Top manta o asalto a mano armada en las esquinas?
     ·     La señora  de Cospedal en Castilla-La Mancha anula las ayudas a  viudas y viudos que no trabajaban. Percibían unos 400 € al año en dicho concepto.
      ·     En la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre incrementa por decreto el coste del transporte público del metro en un 50%. Ya sabemos que el metro es el transporte preferido de los altos ejecutivos. (No se aplicará a los peregrinos de la JMJ ¡Faltaría más!) Y prescinde de 2500 profesores públicos aumentando el número de horas de dedicación del profesorado. 2500 personas más al paro y sobrecarga muy adecuada para la mejora de la educación en los Centros públicos.
     ·   En la Comunidad Valenciana, con mayoría absoluta del PP, la tasa de basura ha subido un 215%. Impuesto que, como bien se ve, afecta a los más ricos. Claro, que lo de la basura y la Comunidad Valenciana viene de lejos. Es el territorio nacional donde más abunda la gaviota, que ha cambiado sus hábitos. Merodea por basureros públicos. Ha aprendido a medrar con las concesiones de ese servicio a empresas de la trama Gürtel.
        Sin embargo, y como contraste de esta situación las medidas paliativas para el déficit del Estado se encaminan al recorte de prestaciones en la asistencia social, al aumento de exigencias sobre los trabajadores, y al aumento de los más que injustos impuestos indirectos que han sido siempre el recurso de las dictaduras.
            Y cuando estas notas se actualizan, verano de 2012, las medidas que Europa ha arrojado sobre nuestras espaldas han acentuado casi hasta el infinito esta tendencia. Entre las más llamativas, reforma laboral  que casi hace que añoremos el Estatuto de los Trabajadores que redactó el franquismo, depauperación de los funcionarios y trabajadores públicos, subidas del IVA, recortes en aspectos fundamentales de los servicios públicos (educación, sanidad, atención a personas dependientes, negación de atención sanitaria a inmigrantes sin regularizar, copagos sanitarios incluso a los jubilados con la pensión mínima…), y, en duro contraste, amnistía fiscal, casi sin costes de hecho, para los grandes defraudadores fiscales y costoso rescate financiero de la banca más irresponsable del país, mientras los causantes se jubilan  ilesos y con pólizas multimillonarias de seguro que convertirán su periodo de desempleo en un lujo oriental. Nadie menciona las tasas  sobre las gigantescas operaciones financieras que se realizan cada día, la reforma fiscal para que las grandes fortunas sean un poco más solidarias con el país, ni la reforma de las SICAVs, que son de hecho un paraíso fiscal entre nosotros.
            Aunque se esfuercen en ocultarr la realidad con discursos manipuladores, la realidad es esta.

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